Con sólo 19 años, Sara Rossi logró establecerse como una de las patinadoras más destacadas de la región. Su pasión y dedicación llevaron su nombre a lo más alto del deporte, tanto a nivel provincial como internacional. No obstante, detrás de su éxito hay una historia de esfuerzo y perseverancia.
Para poder competir en los Campeonatos Panamericanos de Patinaje en Ibagué (Colombia) Rossi debió recurrir a algo impensado para conseguir los fondos necesarios que le permitan participar: la venta de rifas.
"Siendo totalmente sincera fue muy feo. Lamento decir que no fue un torneo en el que disfruté al 100% porque mi cabeza hasta el último momento estuvo en eso; en juntar la plata. También la previa fue buscar dinero que entrenarme y eso fue bastante difícil", recordó Rossi en diálogo con LA GACETA, describiendo la angustia que sintió en aquel momento.
No obstante, Sara no se rinde fácilmente ante las adversidades. Siempre se mantiene en la búsqueda del constante progreso y además de su carrera deportiva, también está estudiando una Tecnicatura Universitaria en Deportes de Patinaje, además de trabajar como profesora. "Me gusta mucho enseñar y compartir mi experiencia con los demás", afirmó. "Es un trabajo que me llena mucho y me permite mantenerme conectada con el deporte de una manera diferente", agregó.
En esas enseñanzas, Sara intenta plasmar su experiencia de una serie de éxitos impresionantes. En 2014, cuando tenía nueve años, se coronó Campeona Nacional en la categoría Internacional. "Ese fue un momento muy especial para mí", recordó. "Fue mi primer título nacional y me dio mucha confianza para seguir adelante", afirmó la patinadora.
En ese momento Rossi sabía que había encontrado su pasión y que estaba dispuesta a trabajar duro para alcanzar sus metas. "La competencia es lo que me motiva. Me gusta esa adrenalina de saber que estoy dando lo mejor de mí", aseguró.
Por su parte, en 2015, logró el quinto puesto en la Copa Filippini, en Italia, y en 2016 se convirtió en subcampeona sudamericana en Paraguay. "Fue un gran logro para mí porque me permitió demostrar que podía competir a nivel internacional", afirmó Sara.
En ese momento, la patinadora comenzó a darse cuenta de que su pasión por el patinaje no sólo era un hobby sino una carrera que podía llevarla a lugares increíbles.
Tal es así que en 2018 se ubicó en el top 10 de la Copa Freiburg, en Alemania, y en 2019 logró el tercer puesto en el Campeonato Nacional Absoluto. "Fue un buenísimo porque pude demostrar que podía competir a nivel internacional y obtener resultados importantes", aseguró la atleta que participó también en Panamericanos (en 2016 fue cuarta) y en Sudamericanos.
Sara Rossi y el momento en que recibió la distinción por parte de LA GACETA
Más allá de esas participaciones, asegura que uno de los momentos más destacados de su carrera llegó cuando tenía 13. Tras ser elegida para entrenarse en Buenos Aires con el italiano Massimo Geraldi y el grupo élite de la Selección Argentina, participó de la Fiesta del Deporte de LA GACETA como la representante de patín.
"Nuestro deporte es amateur y por ahí con estos premios se visibiliza muchísimo más. En lo personal me ayudó a conseguir sponsors; además es un mimo para todos los deportistas", explicó destacando la importancia de este premio para su carrera.
Justamente, en su habitación Rossi tiene un recordatorio constante de ese momento: cinco cuadros con recortes de LA GACETA, que la muestran con el premio “canillita” en sus manos. "Me levanto y lo primero que veo son esos cuadros. Me pone muy feliz", declaró.
A pesar de su juventud, Sara demostró una madurez y una dedicación impresionante; sobre todo en 2020 y 2021, años en los que se ausentó del seleccionado nacional por cuestiones personales. Incluso, estuvo muy cerca de dejar el deporte.
Pero ahora está de pie y entiende que 2025 será importante. "Mi objetivo máximo es el mundial y siento que estoy muy cerca”, concluyó.